Se trata de una joya arquitectónica emblemática de la ciudad de Sevilla que ha pasado a la historia convirtiéndose en una parada obligatoria. Así es no solo por su construcción sino también por guardar muchos secretos que a continuación tendrás la oportunidad de conocer:
Orígenes
También conocido como el Puente de Isabel II ya que fue inaugurado bajo su reinado. Fue construido entre 1845 y 1852, tratándose del puente más antiguo de Sevilla. Une el centro de la ciudad con el barrio de Triana en su paso por el río Guadalquivir, alzándose como un paradigma de la arquitectura industrial de la península del siglo XIX. Su dilatada construcción en el tiempo se prolonga hasta el siglo XIX, lo que ha dificultado su consolidación como un puente fijo.
Los romanos, por problemas de cimentación de las tierras próximas al río al ser blandas y arenosas, desecharon la idea de unir las orillas del río mediante un puente estable. Los árabes en 1171 optaron por levantar un puente bajo el mandato del califa Abu Yacub Yasuf, el Puente de las Barcas. Este intento consistió simplemente en una serie de barcas amarradas sobre las que colocaron tablas. Este puente de madera construido por los árabes fue trasladado algo más abajo del cauce del río, llevándose hasta la Maestranza, cuando se empezó a construir el puente actual.
Diseño y Arquitectos
Teniendo como modelo el Puente de Carrusel ejecutado en 1834 por el ingeniero Polonceau, aunque hoy desaparecido en París, su plano presenta muchas similitudes quedando como testimonio vivo de un método constructivo que se desarrolló gracias a las innovaciones en las técnicas del hierro.
Para el proyecto sevillano se presentó un concurso público en diciembre de 1844. En este se estableció como condición que el plazo de ejecución se fijase en tres años. En febrero de 1845 se presentaron 6 propuestas con diferentes plazos para el cobro. Finalmente fue escogido el proyecto de los ingenieros franceses Gustavo Steinacher y Fernando Bernadet. Ambos profesionales habían ya trabajado en la construcción de un puente en el Puerto de Santa María.
Además, también se les contrató para trasladar el Puente de Barcas más al sur para poder construir el nuevo de 149 metros de longitud y 7 metros de ancho en su lugar.
Materiales
Para levantar el puente se utilizaron pilares de piedra y hierro, se excluyó el uso de madera. Además, se impuso que todas las piezas de fundición utilizadas fuesen construidas en España, concretamente en el taller de los hermanos Bonaplata en Sevilla. Esto impulsó la industria en la ciudad alcanzando uno de los mayores niveles europeos en materia de mercado y estructuras.
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Inauguración
Llevándose a cabo las pruebas de carga en enero de 1852, su inauguración tuvo lugar en febrero de este mismo año con una procesión que comenzaba en la parroquia de Santa Ana del barrio de Triana. Estuvieron presentes personalidades importantes como el gobernador civil Francisco Iribarren, el arzobispo y el capitán general de Sevilla. Ese mismo día se bendijo el puente y se celebraron también numerosas fiestas por todo el municipio como concurso de natación o conciertos de bandas de música. Para su apertura al público se tuvo que esperar hasta el mes de junio con la aprobación de una ordenanza.
Protección
Se trata de un Bien de Interés Cultural que, en abril de 1976, fue declarado Monumento Histórico Nacional bajo la titularidad del Ayuntamiento de Sevilla. Esto trajo consigo una restauración que hizo que actualmente siga operativo. El Puente queda amparado bajo esta protección para su conservación por el hecho de que estuvo a punto de ser destruido para construir uno nuevo en su lugar.
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Importancia estratégica
Su enclave, cuando aún era conocido como Puente de las Barcas, ha sido fundamental en dos batallas en las que se intentó tomar la ciudad:
- Conquista de Sevilla en 1248
- Batalla del Puente de Triana en 1812 durante la Guerra de la Independencia
Decoración
Entre los años 50 y 60 de la centuria pasada se estuvo planteando la idea de decorar el puente de Triana con una estatua de Isabel II o con un par de leones que sujetasen los escudos de España y Sevilla. No obstante, el proyecto fue desechado.
Capilla del Carmen
Fue construida con ladrillo y cerámica trianera por Aníbal González en 1928 justo en el extremo de Triana y va unida al puente formando un conjunto. Junto a la capilla compuesta por dos cuerpos y rematada por un templete encontramos un campanario de planta octogonal. Además, en el templete nombrado aparecen las figuras de Santa Justa y Rufina y la Giralda. Dado que la puerta de la capilla es de reja acristalada y que el coste de la entrada es gratuito, el culto de los fieles es prácticamente permanente. A esta capilla también se le conoce popularmente como capilla del mechero.