La ciudad de Corduba (como era conocida Córdoba en la época de los romanos) fue fundada por el general Claudio Marcelo entre los años 169 a.C y 152 a.C, consolidándose en la zona que hoy conocemos como el entorno de la Mezquita-Catedral, frente al tramo del Guadalquivir donde el río ya no permite la navegación. Este emplazamiento fue elegido debido a motivos meramente defensivos y estratégicos.
Si hacemos un recorrido por Córdoba, aún en la actualidad podremos observar a simple vista vestigios de la antigua época romana. Elementos como el Puente Romano, el Templo del ayuntamiento, el anfiteatro localizado en el Museo Arqueológico o la simple estructura urbana son algunos de los restos que nos han dejado nuestros antepasados. ¿Quieres conocer un poco sobre la historia de la colonia Romana en Córdoba? Pues sigue leyendo para descubrirla.
Hispania, presente en la arquitectura actual de Córdoba
Una estrategia urbanística pionera. Un teatro o un circo romano. Monumentos funerarios. Acueductos. Majestuosas Necrópolis y tumbas. Son parte del legado romano en Córdoba, la ciudad de las mil culturas.
Templo Romano
Descubierto en los años 50, hoy es un Bien de Interés Cultural y Patrimonio históricos de Córdoba. No es el único templo dedicado al culto, pero sí el cual del que se tiene constancia y aún quedan vestigios. No se sabe con exactitud, pero los expertos creen que estaba dedicado a los emperadores divinizados.
Anfiteatro
Construido en el siglo I, es el anfiteatro más grande conocido de Hispania y el tercero más grande de todo el imperio tras el Coliseo y el anfiteatro de Cartago. En el momento de su construcción fue el más grande jamás construido.
Teatro Romano
Los restos del antiguo teatro se encuentra en el Museo Arqueológico de Córdoba, donde aún se pueden ver las gradas y varias inscripciones originales de la época.
Puente (romano y sobre el arroyo Pedroches)
El Puente romano es hoy en día uno de los iconos más importantes de la Córdoba más romana. El principal une el Campo de la Vedad con el Barrio de la Catedral. El segundo en importancia se ubica en el camino de la Castilla de los Ciegos al Marrubial.
Mausoleo
Descubiertos hace apenas 25 años, en Córdoba se tienen constancia de dos monumentos funerarios romanos. Ambos conservan la cámara funeraria que cobijaba la urna cineraria, así como restos del basamento, cornisas y pretil almenado.
Otros monumentos de importancia
- Foro Colonial
- Muralla
- Acueducto Aqua Fontis Aureae
- Acueducto Aqua Nova Domitiana Augusta
- Acueducto de Valdepuente
- Circo Oriental
Como verás, hoy en día puedes disfrutar de la cara más romana de Córdoba y hacer un recorrido por los principales vestigios de la época de esplendor romano, cuando los emperadores eran divinidades y el pueblo se divertía con pan y circo, en los circos donde los gladiadores luchaban entre sí y contra feroces bestias.
Historia
En un principio, la urbe acogió a una mezcla de culturas, es decir, la propia población romana durante un tiempo fue “vecina” de la población indígena asentada (en la Colina de los Quemados, actual Parque Cruz Conde) antes de la llegada de los romanos. A pesar de ello, la conquista de estos fue cada vez más intensa hasta la desaparición de los primeros pobladores, creando poco a poco una nueva urbe situada en la colina más alta de la ciudad denominada “Hispania Ulterior”. Con el paso de los siglos, y como contaremos más adelante, surgen conflictos en la capital italiana, Roma, con origen en las guerras civiles entre César y los hijos de Pompeyo, que culminaría con el final de la República Romana. La ciudad tomó partido de los pompeyanos, el bando perdedor, por lo que las represalias no se dejaron esperar, y Córdoba, que entonces contaba con más de 20.000 residentes, fue duramente castigada, comenzando un largo período de recesión.
Periodo Republicano
Esta etapa comienza entre los 143 y 141 a.C cuando Corduba es asesiada por Viriato.
La ciudad republicana se encontraba situada en la parte más alta de la ciudad (en la colina) donde actualmente se localiza la zona moderna, una superficie prácticamente llana con pronunciadas laderas y algunos riachuelos. Su planificación seguía las características propias del urbanismo itálico, con una muralla y un trazado regular formado por “kardo y decumanus” máximos.
Durante esta época se realizaron importantes aportaciones a la ciudad, como fue el centro cívico y monumental, un lugar de referencia religioso, político, jurídico y administrativo para la población. A su vez, también destaca la primera pavimentación formal de algunas calles, la instalación de una red de cloacas y la primera monumentalización de casas y edificios públicos. Hasta ese momento la ciudad habría mantenido un cierto aspecto campamental, con predominio en sus construcciones de la piedra, la madera y el barro. A mediados del siglo II a.C comienza la construcción de la primera muralla.
Con respecto a las construcciones residenciales, los restos más antiguos se remontan a mediados o finales del siglo II a.C, levantándose estas al modo tradicional de los colonos indígenas. En su interior, la decoración se limitaba a colores como el rojo y el negro. A principios del siglo I a.C., comienzan a probarse técnicas de artesanado que embellecen las viviendas y se decoran estas con colores más vivos y originales. En estos primeros momentos todavía no existían acueductos que trajeran agua corriente, por lo que se abastecían del agua de pozos y cisternas.
A mediados del siglo I a.C. llegan a tierras cordobesas las guerras civiles entre César y los Pompeyanos, que acabarían con la República romana. Corduba tomó partido por el bando pompeyano, motivo por el cual fue ocupada y destruida por las tropas cesarianas, acabando con la vida de muchos habitantes. La ciudad entró en un periodo de crisis que se prolongaría durante algunas décadas. La ciudad volvió a recuperar la normalidad con la llegada del emperador Augusto.
Periodo Imperial
Durante la época de control del Emperador Augusto, la ciudad sufre una transformación, acogiendo a numerosos veteranos que habían participado en las guerras del Norte y aportándoles el emperador tierras y herencias a cada uno. Durante este tiempo, el emperador Augusto logra que se le conceda a la ciudad el rango de Colonia Patricia, es decir, el status más alto que una urbe podía alcanzar durante la época del Imperio Romano.
A lo largo del siglo I d.C, Córdoba experimenta transformaciones originadas por el nombramiento a Colonia Patricia. Estos cambios fueron numerosos, destacando entre ellos la ampliación hasta el río Guadalquivir y el comienzo de su embellecimiento y establecimiento de diversos monumentos de suma importancia. Sin duda una de las aportaciones más destacables fue la construcción del tan conocido Puente Romano, que dio acceso a la ciudad desde el sur y abasteció a la ciudad de agua. Sin duda fue una época de esplendor para la ciudad.
Sin embargo, dicho esplendor dura hasta el siglo III, cuando llegan las primeras crisis económicas y sociales y se paralizan las obras de nuevos edificios. Como consecuencia, al no haber construcciones en marcha, los dueños y trabajadores de talleres comienzan a sufrir problemas económicos, las viviendas empiezan a deteriorarse, etc. Todos estos problema causa que la provincia pierda la capitalidad conseguida en tiempos pasados.
La estancia de los romanos en la ciudad de Córdoba fue larga e intensa, durando cerca de siete siglos y dejando para siempre una huella en la ciudad andaluza cuyos vestigios, tanto físicos como en las formas de vida, se encuentran presentes en la actualidad.
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