Córdoba, tiene un importante legado histórico y, además, grandes monumentos con valor. Córdoba, conocida como la ciudad de las tres culturas, ha pasado por diferentes etapas en las que ha convivido con diversas culturas y corrientes que han hecho que la ciudad sea más viva que nunca, ya que se alimenta de su pasado y presente. Por lo que, Córdoba es una de esas ciudades que tienes que visitar al menos una vez en la vida y disfrutar de su amplio patrimonio.
En Córdoba podrás disfrutar de los innumerables monumentos y museos que posee la ciudad. Hoy le traemos un recorrido por el museo arqueológico de Córdoba, donde el legado histórico se materializa en piezas arqueológicas y que te llevarán por toda la historia que ha pasado la ciudad. ¿Te lo vas a perder?
Historia
El Museo arqueológico de Córdoba, ha pasado por muchas etapas a lo largo de la historia hasta desembocar a la sede actual que podemos ver hoy en día. Este museo está ubicado en el centro histórico de la ciudad de Córdoba y además está declarado Patrimonio de la Humanidad.
En 1868 se creó el Museo Arqueológico Provincial de Córdoba. Este compartía sede durante varios años con el museo de Bellas Artes, pero es en el año 1920 cuando se produce la separación de ambas colecciones. A causa de esto, el museo arqueológico se instala en la Plaza de San Juan, más tarde la sede se trasladó a la casa mudéjar de la Calle Velázquez Bosco (hoy en día calle Samuel de los Santos)
Entre los años 1959 a 1987, bajo la dirección de Ana María Vicent Zaragoza, el museo se instaló en su actual sede, el Palacio de los Páez de Castillejo. El cambio de sede hizo que se produjera un incremento de los fondos conservados, la creación del servicio de investigación de arqueología urbana, el nacimiento de la biblioteca especializada en arqueología y la edición de una revista científica. Gracias a esto, el museo se convierte en uno de los más completos de España.
En el año 2011 el edificio sufrió una ampliación con una imagen renovada. Se añadió una nueva planta anexa a la sede histórica y que además completa los espacios de la sede antigua, asignando nuevas salas destinadas a exposiciones, espacios de investigación, conservación y estudio.
En la ampliación del edificio, encontrarás una exposición bajo el lema “Córdoba, encuentro de culturas”. Esta exposición es un recorrido por las piezas más significativas de la extraordinaria colección del museo. Esta exposición es temporal que se mantendrá hasta que se ejecute la segunda fase de adecuación arquitectónica.
Salas del museo de Córdoba
Este museo está considerado como uno de los más completos de toda España y se presenta como una parada casi obligatoria si eres amante del arte y de la cultura. Todas las épocas desde la Prehistoria hasta la Edad Media están muy bien representadas en el museo. El objetivo del museo Arqueológico de Córdoba es destacar de forma especial en el carácter continuo de su colección, ya que son muy pocos los grandes museos que pueden hacer afirmaciones de este tipo.
Gracias a la riqueza arqueológica del subsuelo de Córdoba, el crecimiento de las colecciones del museo es continuo, aunque también se debe a las obras que se llevan a cabo en la ciudad, a los ingresos procedentes de pueblos de la provincia y a otros proyectos derivados. El museo está en crecimiento continuo de presentación de nuevas piezas o renovación de las expuestas. El continuo cambio hace que las exposiciones del museo tengan un carácter vivo.
La colección inicial del museo, está formada por piezas entregadas en 1868. Miles de piezas han ido ingresando en el museo gracias a donaciones o cesiones en depósito con diferentes orígenes.
En el museo podrás encontrar pinturas, esculturas y numerosos testimonios materiales de diferentes épocas.
Sala l: Prehistoria
Esta sala está dedicada a la época de la prehistoria. En esta sala podrás disfrutar y apreciar de los restos comprendidos entre el Paleolítico Interior y el Bronce Pleno. Los restos de esta época están colocados en vitrinas y divididos dependiendo del periodo al que correspondan de la prehistoria.
Hay una vitrina a destacar que es la segunda. Esta vitrina está dedicada a la Revolución Neolítica, y se caracteriza por el paso de la economía depredadora a la productora. Todo esto se ve reflejado en los primeros recipientes cerámicos. Además, hay que destacar también los restos de la Cueva de los Murciélagos.
Sala ll: Protohistoria
Esta sala está destinada a la protohistoria y comprende el final del ll milenio y el siglo ll a.C. En esta sala podrás conocer los restos de los yacimientos cordobeses de Llanete de los Moros o La Colina de los Quemados. Todos estos yacimientos pertenecen al Bronce Final.
En esta sala también encontrarás restos que pertenecen a la Cultura Ibero-Turdetana, datados entre los siglos VI-II a.C. Todo esto expone una amplia muestra de esculturas zoomorfas, armas, cerámicas extraídas de yacimientos de la provincia.
Sala lll-V: Cultura Romana
En el segundo patio podrás encontrar las salas dedicadas a la cultura romana. Estas salas son importantes en el museo porque Córdoba jugó un papel importante en ese periodo de historia. Córdoba además fue capital de la Bética y posteriormente fue nombrada Colonia Patricia. Todo esto se ve reflejado en los restos que posee el museo sobre esta época.
En esta época podrás ver esculturas, tumbas romanas, mosaicos, maquetas de monumentos, hasta los restos del graderío del teatro de la ciudad.
Sala VI: Arte Visigodo
Esta sala está dedicada al arte visigodo y se encuentra en la planta baja. Podrás disfrutar de los numerosos restos de materiales que han llegado de la época visigoda, aunque se conozca poco la estructura de la ciudad en esa época.
Esta colección, unida al Museo de San Vicente de la Catedral, es una de las colecciones más completas que posee el museo de la ciudad de esta época. En la colección podrás ver restos de tumbas, elementos arquitectónicos, capiteles labrados, cerámicas traídas de las basílicas situadas en la sierra, orfebrería…
Sala VII-VIII: Al-Ándalus
Estas salas están en la segunda planta del museo y está dedicada a la cultura islámica. En estas salas podrás ver las galerías porticas del patio, donde encontrarás una gran variedad de restos arqueológicos como las bases o capiteles de todo tipo.
La sala VII está dedicada a los restos encontrados en Medina Azahara y la sala VIII está dedicada a piezas trabajadas en metal, en su mayoría en bronce. También abundan las piezas de orfebrería.
Curiosidades
El Museo Arqueológico de Córdoba, está lleno de piezas de gran valor por su importancia histórica y por su estado de conservación. Además, muchas de las piezas que forman el museo muestra de alguna que otra manera la historia de la ciudad de Córdoba.
Cabe destacar que, entre sus piezas más destacadas, podrás encontrar dos maquetas. Una de las maquetas es la del Templo Romano de Córdoba y la otra maqueta es la de Alminar que se encuentra en la Torre Campanario de la Mezquita. Estas maquetas ayudan a conocer como fue la antigua ciudad de Córdoba.
Otra de las curiosidades es la ubicación de las obras, ya que en el lugar que se encuentra actualmente no ha sido estático en el tiempo, ya que la sede ha ido cambiando. La primera sede del museo fue en el Hospital de la Caridad, que actualmente ocupa el Museo de Bellas artes. La segunda sede fue ubicada en la Plaza de San Juan de Letrán. Y la última y actual sede se encuentra en el Palacio de los Páez Castillejo.
El museo está formado por varias salas, la cual cada una representa una parte de la historia. Además, también tiene un laboratorio de restauración, un área de reserva, despachos y biblioteca de archivos.
Cómo llegar
El Museo Arqueológico de Córdoba se ubica en la Plaza de Jerónimo Páez número 7, próxima a la Calle Rey Heredia, que la conecta con la Judería y a la Calle San Fernando, por donde se llegaría a la Plaza Séneca en la que se encuentra la puerta trasera del museo.
Dada su ubicación en las inmediaciones del casco histórico, su acceso es exclusivo a pie, aunque, las líneas de autobús 1,3,4,7 y 12 ahorrarían algunos minutos ya que tienen paradas próximas.
Si se encuentra en la Mezquita, no dude en visitar el Museo Arqueológico de Córdoba, ya que desde la Mezquita se encuentra a tan solo 5 minutos andando. Además, al acceder al museo podrás disfrutar de las pequeñas callejuelas de la Judería de Córdoba.
Si has llegado a la ciudad de Córdoba en autobús o tren, una manera de visitar el Museo Arqueológico, que se encuentra a tan solo 21 minutos andando de la estación. O también, puede acceder mediante transporte público, a través de la línea 3. Para llegar al museo, tendrá que pasar 8 paradas y bajarse en la parada de “San Fernando”. Una vez que estemos en esa parada, andaríamos durante 4 minutos hasta llegar al Museo Arqueológico.
Horario y precio de la entrada del Museo Arqueológico de Córdoba
Para entrar al Museo Arqueológico de Córdoba, debes saber que existen dos horarios dependiendo de la fecha en la que nos encontremos.
Sí al museo accedes del 1 de Julio al 31 de agosto, solo lo encontrarás abierto por las mañanas, en el horario de 9:00 a 15:00 horas. Pero, si accedes en las fechas del 1 de septiembre al 30 de junio debes de tener en cuenta que los lunes permanecerá cerrado, de martes a sábado podrás visitarlo de 9:00h a 21:00h. Además, los domingos, festivos y lunes vísperas también estará abierto en el horario de 9:00h a 15:00h.
El precio de la entrada varía dependiendo de dos características. Si eres ciudadano de la UE y están acreditados, la entrada al museo es gratuita. Pero, si acceden de otros países de fuera de la Unión Europea, tendrán que abonar tan solo 1’5€ para poder visitar el museo, por lo que por ese precio merece la pena visitarlo, ya que quedará absolutamente impresionado y conocerá toda la historia de Córdoba a través del museo.
Si desea contratar una visita en grupo para entrar al museo deberá de concertar con antelación la visita. Esta reserva se puede realizar a través del teléfono (957 35 55 25) o través de un correo electrónico ( difusion.maco.ccul@juntadeandalucia.es)
Cabe destacar, que no es necesario la reserva previa para visitas individuales o grupos inferiores a 10 personas.
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