Secretos de Cádiz
Desde su origen Cádiz siempre ha sido una ciudad con gran interés para todos debido a numerosas razones, como por ejemplo, en el pasado por su posición estratégica en el Atlántico (para conflictos bélicos o punto de comercio u encuentro) o en la actualidad por sus maravillosas playas de arena blanca y su magnífica gastronomía procedente del mar. Todo esto ya nos sirve más que de aliciente para querer ir a visitar sus calles llenas de historia, pero nosotros queremos que además de andar por ellas, vivas y sientas la ciudad de una forma diferente, por eso os vamos a mostrar en este blog una serie de rincones secretos que te darán la posibilidad de conocer mucho más tanto de la ciudad como fuera de ella, ya que es un pequeño listado en el que hemos querido recorrer la mayor parte de la geografía gaditana.
Dolmen del Gastor
En plena sierra gaditana se encuentra nuestro primer rincón, en el municipio de El Gastor, o también conocido como “el balcón de los Pueblos Blancos” por sus impresionantes vistas a estos en los puntos más altos del cerro en el que se sitúa. Este pequeño lugar ha sido habitado desde hace miles de años, ya que se tienen numerosos rastros prehistóricos que lo corroboran a lo largo de su geografía, como por ejemplo monumentos megalíticos ubicados en las zonas de El Charcón, los Algarrobales y Algarín.
En este caso nos vamos a centrar en su dolmen, es decir, piedras superpuestas que se usaban en la edad del cobre como una forma primitiva de tumbas, está en concreto se encuentran a siete kilómetros del monumento a Isidro el Pregonero, de donde comenzaremos la ruta para ir a visitar dicho rincón que se encuentra rodeado de vegetación salvaje en un páramo idóneo para pasar un día en familia o amigos rodeados de historia.
Bosque de niebla
El segundo rincón donde descubriremos un nuevo secreto de nuestra provincia, es cerca de la costa ya que se encuentra entre Los Barrios y Algeciras, siendo este un bosque entre ambos municipios. Este lugar es ideal para disfrutar del tiempo libre rodeado de árboles, vegetación y pura naturaleza dentro de los límites del Parque Natural de los Alcornocales, siendo conocido por su ecosistema ya que no se corresponde con su localización debido a la cantidad de humedad que emana, haciéndolo un entorno ideal para una escena de terror.
La dificultad que tiene este bosque no es su visión, sino la forma de llegar a él, debido a que tenemos que acceder por la carretera entre Algeciras y Tarifa dejando el coche en la zona recreativa de El Bujeo y a partir de ahí caminar una media hora por una pista. Para disfrutar de la bruma tenemos 245 días al año donde aparece en este bosque, por lo que ir debe ser de obligación para ver algo único en la provincia.
Cao de la fábrica de artillería
En tercer lugar tenemos una localización curiosa y que pocos conocerán tanto su localización como su función o significado, y es que comenzaremos explicando que es un Cao o canal que transportaba agua del rio Hozgarganta hasta los altos hornos de las reales fábricas de artillería en Jimena de la Frontera, que estuvieron en funcionamiento desde el siglo XVIII. En este lugar se fabricaban las armas que fueran usadas en el desastroso asedio al peñón de Gibraltar entre 1779 y 1783.
Para llegar a este punto tendremos que aparcar el coche, andar a través del pueblo para llegar al otro extremo y a partir de ahí comenzaremos el sendero del rio, que pasa además por el castillo. Cuando acabamos el sendero y lleguemos a las afueras del pueblo podremos comenzar el sendero del rio que se divide en dos, el primer tramo discurre por una pista forestal amplia al lado del Cao de la Real Fábrica de Artillería y el segundo tramo, una zona más arbolada que nos lleva a una puerta metálica que da acceso al sendero de los Riscos.
Calas de Roche
El último rincón que vamos a mostrar en este listado son las maravillosas e imponentes calas de la urbanización de Roche, donde podremos disfrutar de un caluroso día de verano, además de ser unas populares calas entre aficionados al nudismo, ya que dicha actividad está permitida a lo largo de ellas. Estas calas comienzan desde el faro de roche en Conil, con la Cala del Faro a la que podremos bajar por sus escaleras en el acantilado, aunque actualmente esta entrada está dañada debido a un temporal, por lo que solo se podrá acceder cuando la marea sea baja y desde la siguiente cala, es decir, la Cala del Tío Juan de Medina, a la que también accederemos por unas escaleras en la ladera.
Continuando por el carril principal, llegaremos a la siguiente cala, la Cala del Pato, conocida así por una roca en forma de pato o ave en la orilla de la misma, por donde podremos acceder a la siguiente cala, la Cala del Enebro, una pequeña playa muy familiar. Y por último antes de llegar a la conocida playa roche, nos encontraremos con la Cala del Frailecillo, que al ser la primera de las calas y la más cerca de la urbanización es la más masificada en la época de verano.
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